Espero que los lectores de esta columna de opinión -uno o ninguno, como dice la chanza- no me hayan echado mucho en falta. Obligaciones laborales mandan. Se preguntarán porqué me dispongo a contar "batallitas" personales en una página dedicada a internet y tecnología. Por dos razones bien simples. La primera, por comodidad. Siempre es más fácil contar sucesos recientes. La segunda, por casualidad. Mi viaje ha transcurrido en buena medida por la "meca" de la Red: California. El primer comentario a "vuela pluma" es evidente: aquello está que arde. Si han leído periódicos -seguro, porque éste es uno--, o visto telediarios -seguro también, ahora que salen princesas-, sabrán de los pavorosos incendios que por aquellos lares han sucedido. Y eso nada más haber elegido a "Terminator" como Gobernador. De momento, no se ha encontrado relación causa-efecto entre ambos acontecimientos, pero no deja de tener su punto de ironía. Los medios de información locales hablaban de "graves faltas de coordinación, recursos y planificación". No es de extrañar, teniendo en cuenta que toda la policía del Estado está concentrada en el aeropuerto de Los Ángeles (véase "Apuntes de un Viaje, parte 2"). Bromas aparte, California y, quizá, por extensión, los Estados Unidos, son un caos tanto en el orden político como en el social. Al menos, es la percepción que este humilde observador sacó de allí. Junto a la más avanzada tecnología -recuerdo ahora mi visita a un "megastore" de Apple, donde los ojos se me pusieron como platos por la novedad y calidad de los productos-, se une una infraestructura obsoleta en lo más básico. Hablo, por ejemplo, de la energía eléctrica. Postes de alta tensión torcidos o tirados, de madera carcomida, y en ningún sitio soterrados, alimentan ingentes cantidades de aparatos de aire acondicionado capaces de convertir en sorbetes a los pingüinos del Puerto de la Cruz en menos que chilla un loro. Funcionando todo a 125 voltios, con enchufes y protecciones sin renovar desde los años 50, parece un milagro que sucesos como el del gran apagón de la Costa Este no sucedan más a menudo. O incendios como el actual en la Oeste. ¿Será capaz Terminator de poner orden? No lo sé. Pero a mi llegada a España me anuncian que Esperanza Aguirre será su "homóloga" en la comunidad de Madrid. La susodicha encabezó el cartel, años ha, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, maremágnum éste que incluía a la Ciencia y Tecnología. Buenas películas se cuentan de ella también...
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El Día de Tenerife, viernes 7 de Noviembre de 2003