Comentario semanal para el periódico El Día de Tenerife
Llevo un par de comentarios haciéndome eco de las continuas embestidas �quien no tiene la cabeza para pensar la tiene para embestir, ya lo dijo don Antonio Machado� que, desde la Administración y otros ámbitos
mediáticos se producen contra internet. Lejos de acabar esta absurda campaña de descrédito, va en aumento. Ya sabemos que
internet crea adicción y que hay entre cuatrocientos mil y un millón de jóvenes cruelmente enganchados, que
los pederastas campan a sus anchas por un terreno abonado lleno de incautos, o que
los neonazis se están reagrupando ya que �Internet les ha brindado la coordinación, debate y difusión necesarios� (literalmente publicado por
El País. Fíjense en la malicia del verbo
brindar, ya que es internet, y no al revés, la que ha buscado a los xenófobos). Y hay más. Cosas tan surrealistas como
los presuntos suicidas de León, que habían
pactado en internet su inmolación colectiva para mayor gloria de Belcebú. Podían haberlo hecho por teléfono �enviando la palabra
secta al 666� o por tarjeta postal, pero entonces no habrían salido en primer página. Por fortuna para esta sociedad corrompida por la eclosión de la Red, una pareja de periodistas con cámara oculta que trabajan para la televisiva escritora Ana Rosa Quintana lograron que su plan fuera (des)montado. Todo sin ánimo de lucro, porque éste sólo existe dentro de Internet, y con el fin último, perverso y contranatura de arruinar a los músicos y a los artistas. Estamos pidiendo a gritos una ley realmente dura, que ponga coto a estos desmanes y que termine de una vez por todas con el libertinaje, la lujuria, la codicia, la pereza, la envidia y el resto de pecados capitales que surgen con sólo mover el ratón. Hoy leo otra noticia peregrina:
Un tercio de los jóvenes serán miopes por culpa del ordenador dentro de quince años. Pues vale. Yo ya era miope cuando no tenía ordenador. La explicación del oculista fue muy simple:
�Eso es de mirar a la pizarra�. Tuve suerte y mis padres no me sacaron del instituto. Prefirieron comprarme unas gafas a llevarme a colocar bloques. En ese gremio hay menos cortos de vista que en el mío, bien es cierto. Tampoco he terminado sirviendo pan con jamón, será por eso que no acabo de estabilizar mi situación económica. Ya sabrán �y si no lo saben a mí me encanta contar estas cosas�, que estamos arrasando allá en el país de la tecnología. Nuestro gobierno ha invertido 24 millones de euros en la
Exposición Universal de Aichi, en Japón. El éxito es completo.
El primer día se acabaron todas las tapas. El garito no ha salido barato pero el esfuerzo por aliar las civilizaciones mediterránea y oriental ha merecido la pena. A cambio puede que ellos les cambien el chip a las muñecas de Famosa, que siempre se dirigen al portal para hacer llegar al Niño su cariño y su amistad. Que estamos en un estado laico, oigan. Hagamos robots paritarios y aconfesionales.