Comentario semanal para el periódico El Día de Tenerife
No deja de ser curioso que las dos largas palabras con las que encabezo el comentario sean el anagrama la una de la otra. Recuerdo que hace unos cuantos meses explicábamos aquí la irrupción del fenómeno de las bitácoras. Palabra ésta que castellaniza la inglesa “weblog” –o registro en la web–, cuya contracción “blog” es una de los términos que hoy inunda internet. El hecho de que suene casi igual que nuestro “bloc” de notas no deja de ser un factor más para aceptar que sí, que todos vivimos en una gran aldea global y blogal. Hoy se calcula que, sólo en español –en inglés el número es demoledor–, hay más de ochenta mil blogs en la Red, de los cuales más de la mitad se mantienen perfectamente registrados y actualizados. Si pensamos que detrás de cada uno de estos blogs hay una persona contando, explicando, informando o aportando su visión de la realidad... no queda más remedio que admitir que, en efecto, los tiempos están cambiando. Muchos de estos blogs tienen más lectores –algunos se cuentan por miles– que buena parte de la prensa local o regional. ¿Van a acabar con nuestro concepto clásico de periódico y periodista? Posiblemente no, pero el modelo necesariamente tendrá que cambiar. Todos tenemos una cocina en casa, incluso invitamos a los amigos a comer. ¿Somos por tanto cocineros? Estrictamente no y, por ejemplo en mi caso, los invitados tendrán que conformarse con huevos fritos y churros de pescado. Sin embargo, quizá les guste el ambiente, o la conversación, y dado que además es gratis –de momento–, posiblemente continuarán viniendo. ¿Cerrarán los restaurantes por mi culpa? Difícilmente. Como en la evolución natural, primará la adaptación al medio. Ellos ofrecerán algo mejor y más variado que mis churros diarios. Y mejor servicio. Incluso puede que regalen la vajilla. Aquellos medios de información que cambien para adaptarse a los nuevos tiempos, sobrevivirán. (No necesariamente regalando una vajilla, aunque ya hay precedentes). En el ya cercano futuro digital, la prensa que se ocupe de internet y, sobre todo, que informe en internet –EL DIA, curiosamente, ha conseguido este año liderar por fin toda la prensa canaria, coincidiendo con la expansión de todos los medios, y la suya propia, en la Red–, tendrá más posibilidades de sobrevivir e incluso de crecer. Internet es inmediato, barato y, sobre todo, plural. El pensamiento único es ya cosa del pasado. La diversidad de opiniones progresará de forma aritmética, geométrica, exponencial. Hasta el infinito. No se trata de buscar soluciones de treinta metros cuadrados y además pagar por la música de la escalera. Se trata de buscar los espacios abiertos en los que cada uno pueda silbar la canción que quiera. Con la ventaja añadida de que nos pueden escuchar en cualquier parte del mundo, no molestamos a los vecinos y además no gastamos en papel. Que hay que conservar los árboles porque el planeta es, como decíamos al comienzo, global. De todos.