Comentario semanal para el periódico El Día de Tenerife (ZonaWeb)
Dicen los periodistas veteranos que, si un día cualquiera das con algo que no merece la pena ser considerado como noticia, te esperes al verano para que lo sea. La segunda parte de este malévolo axioma es que si la noticia resulta ser falsa o absurda, no hay de qué preocuparse: habrá sido redactada por un becario en prácticas. Estos últimos se definen como la única especie animal que trabaja en verano y sólo se alimenta de marrones. Bromas aparte, marrón o
Brown es el nombre del astrónomo que lidera desde hace años un grupo de investigadores buscadores de los llamados planetas “X”, y que ha vuelto a saltar a los medios al anunciar el descubrimiento de un planeta algo mayor que Plutón allá por donde al diablo se le heló el rabo. Los medios informativos se han apresurado a titular la noticia a lo grande:
Astrónomos de EEUU confirman la existencia del décimo planeta del Sistema Solar o
Nuestros hijos tendrán que estudiar una nueva lista de planetas. Pues va a ser que no, como dice el horrísono latiguillo televisivo. Una buena parte de la comunidad científica no sólo está en contra de la categoría de planeta para el nuevo astro, sino que también quiere
degradar como tal al discutido Plutón. El número de objetos transneptunianos –como así se conoce a estos cuerpos de pequeño tamaño que orbitan más allá de Neptuno– aumenta día a día. Quoar, Sedna o el nuevo
Xena son muy similares al gélido y pequeño planeta rocoso que debe su nombre a la coincidencia del dios del mundo inferior Pluto –no confundir con el perro de la Disney, que hay derechos de autor por medio–, con las iniciales de
Percival Lowell. Éste fue un no muy afortunado astrónomo estadounidense, aunque paradójicamente multimillonario. Lowell pasó su vida dibujando canales construidos por marcianos con planes hidrológicos inteligentes, y buscando un enorme planeta gigante más allá del mencionado Neptuno. Desde el observatorio construido y pagado por él se descubrió en 1930 a Plutón, que se convirtió casi de inmediato en el noveno planeta sin ninguna razón aparente, ya que no era ni mucho menos lo que se buscaba. Desde entonces la comunidad astronómica norteamericana se opone de forma tajante a que
su planeta sea rebajado de nivel, y así la
Unión Astronómica Internacional tuvo que dar el asunto por zanjado en 1999. Pero muchos quieren más, insistiendo con el planeta de la “X”, que ahora ya no tiene el significado matemático de incógnita, sino el romano del ordinal décimo. De éstas y otras cosas supongo que se habrá hablado en el exitoso taller de Astronomía de la
Campus Party valenciana. Como siempre,
Astronomía e Internet van de la mano. Si quieren saber realmente cómo son las cosas allá arriba, olvídense de la prensa comercial (excepto de
El Día, claro), y conéctense a internet. Todos los detalles y alguno más, por ejemplo en
http://www.infoastro.com.