...Bodas, Banquetes y Comuniones.
Un juez ha dictado sentencia:
las bodas no son privadas. Por ende, la musiquita de fondo -te guste o no- es un acto pirateril si no llevas orejeras. La estás consumiendo indebidamente y algún músico podría verse impelido a pedir -o a robar, o incluso a matar o llevar a término amenazas nucleares- si no pagas por ello.
La consecuencia de esta "jurisprudencia" sentada es que, por esa misma regla de tres, podemos entrar en cualquier banquete que nos encontremos camino de casa y empezar a comer canapeses a dos carrillos: es un acto público. Ya lo saben. Y ni se les ocurra silbar a la novia, y menos con la boca llena. Es de mala educación y nos puede salir muy caro: como 600¤ o así.
Estas noticias del Paleozoico cada vez son más frecuentes y demuestran que, en efecto y como creen algunos, la evolución no existe.